Transición energética, la escasez de recursos e inflación del precio de las materias primas: en un contexto tan volátil e incierto como el actual, todos los sectores deben adaptarse. Afortunadamente, en Desguaces La Torre, y a pesar de sufrir la falta de repuestos provocada por el parón la industria automovilística, hace tiempo que apostamos por la sostenibilidad de nuestros procesos, elevando su eficacia y reduciendo nuestra huella de carbono.
Porque a pesar de esa imagen antigua que aún arrastra el sector, lo cierto es que los desguaces son, desde hace tiempo, Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CATV), el primer eslabón de una sofisticada cadena de reciclaje diseñada para garantizar la reutilización y la valorización de los vehículos que recibimos a diario en nuestras instalaciones.
A día de hoy, trabajamos para consolidar las necesarias adaptaciones que la nueva normativa exige para el tratamiento de los vehículos eléctricos y los vehículos híbridos, un proceso de gran complejidad técnica y que implica, entre otros detalles, ofrecer formación especializada para poder realizarse con seguridad y reduciendo los riesgos laborales. ¿El objetivo? Contribuir a la economía circular sin perder rentabilidad, y garantizando los empleos de toda una plantilla comprometida con su trabajo y que se esfuerza a diario para estar a la altura de nuestros clientes, pero también de los necesarios estándares ambientales que aseguran un correcto tratamiento de vehículos, piezas y residuos.