Con la llegada del verano, las escapadas en coche se multiplican y las carreteras se llenan de conductores rumbo a sus vacaciones. Pero el calor, las altas velocidades y los trayectos largos pueden convertirse en una combinación peligrosa si no tomamos las precauciones adecuadas. Te contamos algunas claves para viajar seguro durante el verano, especialmente en rutas largas, y evitar así sustos innecesarios.
1. Revisa tu vehículo antes de salir
Este paso es esencial, especialmente si conduces un coche de segunda mano o con
algunos años encima. Comprueba el estado de los neumáticos (la presión y el dibujo),
el nivel de aceite, el líquido refrigerante, los frenos y el sistema de
climatización. Tampoco olvides asegurarte de que las luces funcionen
correctamente. Si tienes dudas, acude a un taller de confianza o compra recambios
nuevos en Desguaces La Torre.
2. Planifica tu ruta y evita las horas punta
El calor extremo y los atascos son enemigos de la seguridad. Cuando vayas a
viajar, intenta salir a primera hora de la mañana o al final de la tarde con el
objetivo de evitar las horas centrales del día, cuando el asfalto alcanza las temperaturas
muy elevadas. Planifica paradas cada dos horas para estirar las piernas y
refrescarte. Y recuerda: la fatiga es una de las principales causas de
accidentes en verano.
3. Hidratación y alimentación ligera
Conducir con calor y durante muchas horas puede provocar deshidratación y los
temidos bajonazos de tensión. Para evitarlo, lleva siempre agua fresca a mano y
evita comidas pesadas antes y durante el viaje. Una digestión difícil puede
afectar a tu concentración y provocar somnolencia.
4. Atención al aire acondicionado y la temperatura
interior
Una temperatura agradable dentro del vehículo ayuda a mantener la atención. Lo
ideal es mantener nuestro habitáculo entre los 21 y los 24 grados. Eso sí: evita
que el aire te dé directamente en la cara y asegúrate de ventilar el coche al
comenzar el trayecto, sobre todo si ha estado expuesto al sol.
5. No sobrecargues el vehículo
Llenar el maletero hasta los topes o llevar tu equipaje mal colocado puede
afectar a la estabilidad del coche. Asegúrate de repartir bien el peso y, sobre
todo, no obstruyas la visibilidad trasera. Si necesitas un portaequipajes,
revisa que esté correctamente instalado y homologado.
6. Lleva lo necesario, pero sin improvisar
No olvides llevar chalecos reflectantes, triángulos de emergencia, rueda de
repuesto o el kit reparapinchazos. ¡Ah! Y
una linterna. Y, si tu coche es de segunda mano, ten a mano los datos del
seguro y una copia del historial del vehículo por si surge algún imprevisto.
Como has visto, con un poco de previsión y sentido
común los viajes de verano pueden disfrutarse al máximo y con total seguridad.
Revisar tu coche, hidratarte, descansar y mantener la concentración son gestos
simples que pueden marcar la diferencia en la carretera. ¡Buen viaje y a
disfrutar del verano al volante!