Quizá no lo sepas, pero en apenas dos meses de este nuevo 2019, los precios de los coches han subido, todavía tímidamente, pero las marcas amenazan con llegar a una media de incrementos de ente 1.500 a 2.000 euros. Pero, ¿a qué se debe? ¡Intentamos resolver este misterio!
Europa y las emisiones de CO2
La liebre saltó por boca del grupo Volkswagen, que ha anunciado que el aumento del precio será inevitable si quieren hacer frente a los gastos derivados de los nuevos requisitos de la reciente normativa europea de emisiones de CO2. Y aunque parezca una excusa, lo cierto es que la Unión Europea ha establecido sanciones para las marcas que no hayan alcanzado los límites legales de emisiones en 2021, en concreto un límite promedio de emisiones de CO2 de 95 g/km. El importe de dichas multas alcanzará los 95 euros por cada gramo que exceda del límite mencionado. Y si pensamos que, a día de hoy, la mayoría de las marcas están muy lejos de cumplir con ese requisito, parece que se curarán en salud en previsión de un futuro de inevitables sanciones.
Volkswagen afirma, asimismo, que la adaptación a la nueva normativa le obliga a apostar por materiales más ligeros y significativamente más costosos, lo que de nuevo afectaría al precio de los vehículos de la firma alemana.
El nuevo protocolo WLTP
Aunque está vigente una moratoria hasta dentro de dos años, se acerca la implantación de la llegada del conocido como nuevo ciclo WLTP (Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedures). Tras este nombre largo y pomposo está el nuevo ciclo de homologación de vehículos nuevos, y su objetivo es calcular con mucha más precisión el nivel de consumo y de emisiones en comparación con el anterior NEDC (New European Driving Cycle), cuyos principios teóricos no se correspondían, al parecer, con situaciones reales de circulación.
Con la nueva metodología, los valores de las emisiones serán más cercanos a la realidad y, en consecuencia, mayores, de forma que una implantación inmediata, sin la moratoria hasta 2021, hubiera supuesto que muchos vehículos tuviesen que pagar el impuesto de circulación. Actualmente, solo el 20 % de los vhículos nuevos paga el impuesto de matriculación, cifra que hubiese aumentado hasta un 80% si la normativa WLTP hubiera entrado ya en vigor.