Todos sabemos que cada vez es más difícil pasar la Inspección Técnica de Vehículos. La normativa de la ITV se ha ido endureciendo año a año, y a nadie sorprende que en los últimos tiempos los coches diésel estén en el ojo del huracán.
Los propietarios de un vehículo diésel tienen, pues, razones de sobra para estar preocupados y se hacen una pregunta ineludible: ¿pasará mi coche la ITV? Por ello, es importante prestar atención a una serie de puntos que son esenciales si queremos que nuestro coche diésel pase la inspección, incluso a la primera, y podamos seguir circulando con él.
1. Fíjate en el color del humo del tubo de escape
El color del humo del tubo de escape nos va a dar muchas pistas sobre el estado del vehículo. A través de él, podremos saber o deducir si hay alguna avería en el motor o, incluso, alguna fuga en otros conductos, como el del aceite o el aire. Poe ejemplo, si el humo que sale es muy negro o denso, es posible que tengamos un problema en los inyectores, y eso nos impedirá pasar la ITV.
2. Revisa bien el estado de cinturones, eyectores de agua, neumáticos o limpiaparabrisas.
Aunque siempre es recomendable que nos hagan una revisión detallada en un taller, lo cierto es que hay elementos cuyo estado podemos revisar casi a simple vista. El funcionamiento de los parabrisas, el estado de los cinturones de seguridad, observar si los eyectores de agua están obstruidos o la salud de nuestros neumáticos son algunos ejemplos. Ten en cuenta que un alto porcentaje de los coches que no superan la ITV la hacen por problemas que, en el fondo, son fácilmente previsibles y subsanables.
3. Si el coche está parado, sácalo a pasear.
De nuevo, un consejo de manual. Si a pasado tiempo desde nuestra última vuelta, y el coche necesita rodaje, dáselo y observa cómo se comporta. De hecho, no olvides que nuestro vehículo diésel debería acudir a la ITV con su motor en temperatura de servicio y después de haber hecho unos pocos kilómetros, de forma que revolucionemos un poco el motor. Para ello, es mejor sacarlo de entornos urbanos, pues es sabido las bajas revoluciones, algo habitual en paseos en coche por la ciudad, son perjudiciales para este tipo de motores.
4. Acude a tu taller de confianza.
Si tenemos dudas, lo más recomendable es que nos ayuden los especialistas, y que llevemos nuestro coche diésel al taller en el que confiemos para que han un buen diagnóstico del motor del vehículo.