No, no nos lo estamos inventando. Lo ha dicho el mismísimo director de la DGT, Pere Navarro, en un coloquio organizado por Executive Forum: tienen una hoja de ruta y se busca «calmar el tráfico», y hacerlo dando “un paso adelante hacia una ciudad algo distinta».
Por lo visto, la idea es, primero, rebajar la velocidad en el interior de nuestras ciudades para luego ir reduciendo el número de señales, y como el mismo dijo: “a lo mejor hasta podremos retirar los semáforos en algún cruce».
Y aunque os pueda sorprender, la realidad es que no se trata de una idea loca de la DGT o de su director, sino de algo que ya se está viendo en otros países, e incluso en algunos municipios españoles, por ejemplo en Amorebieta, la localidad vizcaína que se convirtió ya hace 20 años en el primer municipio español en quitar de la vía pública todos los semáforos, aunque solo en el centro, transformándolos en sencillos pasos de peatones. ¿El resultado? Un sorprendente descenso de la siniestralidad de un 85%. La localidad valenciana de Xirivella fue el siguiente en retirar sus semáforos en 2014. Fuera de España, hay ejemplos antiguos como Oudehaske, en Holanda, que lleva desde 1983 sin señales de ningún tipo.
Ver para creer, ¿no os parece?