Aunque todavía estaos en período de consultas, parece que en breve se pondrá en marcha una nueva normativa anticontaminación a nivel europeo, una normativa que afecta a la homologación de los coches y que podría suponer el final de los vehículos con motor de combustión en una fecha tan cercana como el 2025.
Se trata, en realidad, de las recomendaciones de uno de los informes solicitados por la Comisión Europea, el cual recomienda, entre otras medidas de todo tipo, que el límite de emisiones de óxido de nitrógeno pase de los actuales 60 mg/km, para coches de gasolina, y los 80 mg/km para los diésel, a 30 mg/km para todos ellos, sin distinción.
Si hablamos de un nuevo coche saliendo al mercado, el nuevo modelo tendría un límite de 10 mg/km. Asimismo, las emisiones de monóxido de carbono deberían reducirse a 100-300 mg, frente al ratio de 500-1000 mg de la normativa actualmente en vigor.
El problema es que, si se aplican estos nuevos ratios es muy posible que los coches con motores de combustión interna tengan prohibido circular en 2025, con el impacto económico que esto podría tener a nivel industrial, pero también en lo que al gasto de las familias y propietarios de vehículos se refiere. De hecho, no parece posible que la industria pueda adaptarse con tanta rapidez, en tan solo cuatro años, a un nuevo modelo de negocio cuya implantación requeriría de plazos más largos, sobre todo si tenemos en cuenta que hablamos de una industria que aporta nada menos que el 8,5 % de todos los empleos directos de la Unión Europea.