No nos referimos al calor en general, ni siquiera al de la calle, sino al calor dentro de nuestros propios vehículos, que puede ser un factor de riesgo importante si de accidentes hablamos.
Por lo visto, si nuestro habitáculo tiene una temperatura por encima de los 35º, nuestra atención se ve afectada gravemente, y los conductores dejamos de percibir hasta un 20% de las señales de tráfico que nos encontramos a nuestro paso. Pero el caso es que nuestra atención y concentración comienzan a disminuir mucho antes, cuando superamos la barrera de los 24-25 grados, y además va acompañado de la ralentización de nuestro tiempo medio de reacción.
De hecho, se habla de un 30% de incremento en los errores que cometemos cuando la temperatura de nuestro coche es muy elevada. Pero es que además, el calor provoca fatiga, agresividad y deslumbramiento, afectando a nuestra visión.
¿Qué recomiendan los expertos? Mantener la temperatura de nuestro habitáculo entre los 21 y los 23 grados.
¿Qué recomiendan los expertos? Mantener la temperatura de nuestro habitáculo entre los 21 y los 23 grados. Lo más sencillo es tener o hacerse con un sistema de climatización o aire acondicionado de calidad, aunque no está de más conocer algunos truquillos que también nos pueden ayudar a mantener nuestro coche fresquito y en condiciones de conducción óptimas y agradables.
Hay algunos que son obvios, aunque no esté de más recordarlos, como aparcar en la sombra siempre que podamos, colocar los clásicos parasoles de toda la vida tras las lunas del vehículo o abrir la ventanilla antes de arrancar para que el aire caliente salga del coche, pero también puede ser muy útil utilizar un protector para el volante o lavar nuestro vehículo con regularidad.