Amamos nuestros coches, esos habitáculos maravillosos que nos llevan a donde necesitamos, transportan nuestras muchas cosas y, en general, nos hacen la vida más sencilla… Pero, ¿y los arañazos en la carrocería, las golpes y manchas, los líquidos derramados en la tapicería, las piezas rotas? Todos los años gastamos dinero en mantener nuestro vehículo a punto y en perfecto estado de revista, pero, ¿y si supieses de algunos trucos muy fáciles que te pueden hacer ahorrar dinero cuando las cosas se tuerzan?
¡Te contamos algunos!
La prueba del euro
Admitámoslo, en realidad somos muy pocos quienes sabríamos detectar ese momento exacto en que debemos cambiar nuestros neumáticos antes de que nos dejen tirados. Pero hay una solución súper sencilla e inmediata para saber si la profundidad de las grietas de nuestros neumáticos ha pasado ya su rubicón.
Nos referimos al a prueba del euro. Si quieres saber si las grietas todavía son lo suficientemente profundas, coge un euro y colócalo boca abajo, asegurándote de que la parte superior de la cabeza del Rey esté apuntando al suelo. Después, mételo despacio en una de las andaduras de rodadura. Si la banda de rodadura pasa la banda de oro que rodea a la moneda y casi llega a tocar la imagen del Rey… ¡Perfecto! Si no llega a traspasar esa banda, ¡a cambiar tus neumáticos!
La cerradura secreta
Todos los coches llevan ya cerraduras eléctricas, pero también sabemos que lo eléctrico puede fallarnos sin previo aviso, así que, si nos falla la cerradura, ¿qué podemos hacer? La respuesta es misteriosa, pero cierta: ¡encuentra la cerradura secreta del coche!
El desinfectante de manos es mágico
¿Ha helado y la cerradura se ha quedado congelada? Tranquilo, que la Covid ha hecho que llevemos siempre la solución en el bolsillo. Coge un poco de tu desinfectante de manos y echa una buena cantidad en la cerradura (¡no escatimes!). H ya simplemente observa cómo el alcohol del gel derrite el hielo. ¡Problema solucionado!