Con estos calores, ya ni sabemos si llevamos una, cinco o siete olas de calor este verano, pero sí sabemos que nuestros pobres coches sufren de lo lindo con las altas temperaturas, sobre todo si ni los cuidamos como debemos. ¡Os contamos algunos trucos para un buen mantenimiento!
1. Atentos a la temperatura del motor
El mayor riesgo con temperaturas que se acercan o superan los 40 grados, es que el motor se sobrecaliente. Pero si el indicador de temperatura se acerca a la zona de alerta roja, no pares nunca el motor de golpe. Primero apaga el aire acondicionado y abre las ventanillas para que el motor puede ir enfriándose.
2. No te olvides del sistema de refrigeración
Es esencial que el sistema de refrigeración esté en óptimo estado, pues un nivel bajo de líquido refrigerante, o el hecho de que lleve demasiado tiempo en el depósito puede hacer que la refrigeración sea defectuosa o insuficiente. Recuerda controlarlo al detalle, y no olvides comprobar el estado del aire acondicionado unos día antes de viajar.
3. No te pases con el aire
Ya sabemos que, con estos calores, subirse al coche y poner el aire es un alivio impagable, pero la recomendación es bajar las ventanillas al subirse al vehículo con el objetivo de que ambas temperaturas, exterior e interior, se igualen antes de poner el sistema de climatización en marcha. Haznos caso: así evitarás sobrecargas de uso y alargarás la vida del sistema de climatización.
4. Verifica el nivel de aceite de tu vehículo
Un nivel muy bajo no es nada bueno si nos enfrentamos a temperaturas elevadas, pues todo el sistema pierde eficacia
5. Cuida los frenos
Comprueba el estado y el nivel de tu líquido de frenos, pues con temperaturas extremas todo el sistema de frenado perderá eficacia.
6. Evita circular durante las horas centrales
Sirve igual para las personas y los vehículos. Además de que el motor sufre, también lo harán los neumáticos, cuya presión habrás de verificar para evitar problemas, pues con demasiado calor sube la. probabilidad de pinchazos y reventones.
7. Aparca a la sombra Aunque sabemos que no siempre lo conseguirás. Intenta estacionar el coche en un lugar sombreado, protegiendo además el interior con un parasol. Recuerda que si la luz solar da directamente al interior del coche, puede provocar deformidades.