¿Cómo saber si estamos haciendo una buena compra de segunda mano? ¿me conviene acudir al mercado de coches usados? Son preguntas que muchos nos hacemos y que ya respondimos en parte en nuestro anterior post, pero nos dejamos algunos consejos adicionales por compartir. ¡Aquí los tienes!
Inspecciona el interior
¿Al mirar el interior del vehículo y arrancarlo notas que se enciende algún testigo? ¿has descubierto que el aire acondicionado no funciona? ¿O resulta que lo que no enciende es la calefacción, las luces, los intermitentes…? A nadie sorprenderemos si os decimos que son razones más que suficientes para que te replantees la compra.
Y si además ves plásticos sueltos o el olor e la cabina es, digamos, extraño… ¡Mala señal! Y si el interior a lo que huele es a gasolina… ¡peligro!
Los cuentakilómetros los carga el diablo…
Afortunadamente, ya es muy difícil falsificar los kilómetros de un coche, pues hace tiempo que en la ITV registran el número de kilómetros del vehículo en el momento de la inspección, e incluso existen empresas independientes que se encargan de verificar el kilometraje y el estado mecánico general del vehículo. En cualquier caso, si no te fías, siempre puedes fijarte en las agujas del motor, que funcionan como auténticas chivatas en esto del kilometraje.
Por ejemplo, si cuando el vehículo esta detenido no marca 0 revoluciones por minuto o 0 km/h, es muy posible que en algún momento se hayan extraído las agujas de su posición original, algo que no debes mirar únicamente en el cuentakilómetros, pues ocurre también con la aguja de la presión del aceite, con la de la temperatura o incluso con la del nivel de combustible.
También podéis fijaros en otros elementos del vehículo, cuyo grado de desgaste os dará bastantes pistas, aunque no olvidéis que aquí es importante conocer la calidad de los materiales, que varían en función de la marca y el modelo. Ante cualquier duda, comprobad siempre en qué estado se conservan en otros vehículo del mismo modelo y antigüedad parecida.
¿Y los papeles?
Esto es más sencillo, pues basta con pedir un informe extendido del vehículo a la DGT. Por un precio bastante asequible (alrededor de los 10€) puedes comprobar si el vehículo tiene algún embargo y otros datos que deberían coincidir con la información ofrecida por el vendedor, como si se trata de un coche de importación o el número de dueños que ha tenido hasta fecha.
Y siempre, siempre, siempre… comprueba que la matrícula y el número de bastidor coinciden con los que figuran en la documentación. Si no es el caso, ya lo sabes: estás ante un vehículo robado.
Una prueba vale más que mil inspecciones
Aquí está la clave de todo. ¿?Vas a comprarte un coche de ocasión? ¡Pues a probarlo se ha dicho! No hay nada como unos minutos de conducción parea saber cómo está realmente ese vehículo. Te recomendamos que circules por recorrido que incluya ciudad y carretera para que verifiques el estado de las marchas, del motor, de los amortiguadores y todos los demás elementos que configuran la mecánica de un vehículo. Presta atención a sonidos extraños y no permitas que el vendedor, que por lo general te acompañará, ponga la radio o abra las ventanillas durante tu trayecto de prueba. ¡Y no dejes de meter la marcha atrás siempre que puedas!